El hule natural mejicano, un tesoro en conflicto
La producción de hule natural mejicano tiene unas características, que sugieren que es necesaria una mayor y mejor intervención del estado en lo que respecta a este rubro, para procurar que exista un adecuado equilibrio en todo el proceso, el cual comienza con la producción del caucho y termina con la venta del producto final.
Lo primero que hay que tener claro es que el hule natural mejicano es, económica e industrialmente hablando, un tesoro, pero es un tesoro que depende del trabajo y del esfuerzo humano. Es por eso que se han presentado conflictos que tienen que ver con factores ligados a la producción y a los precios justos.
Uno de los elementos determinantes dentro de estos conflictos, es la variabilidad del precio del producto. Esta variabilidad queda en evidencia ante el hecho de que el commodity del caucho natural se cotiza en la bolsa de valores de Singapur. Pero sucede entonces que en el caso de países como México, ha habido momentos en que el precio del hule natural sin valor agregado ha sido muy satisfactorio para los productores, pero también ha habido épocas en las cuales el negocio ha estado por los suelos.
Otro problema es que el hule natural mejicano, el cual es de alta calidad, lleva años en déficits. De hecho México ha llegado a importar hasta el 80% del caucho que consumen sus industrias. Este déficits podría parecer, a simple vista, ventajoso para los productores nacionales, ya que las industrias mejicanas consumen todo el hule natural que produce, pero sucede que en más de una ocasión, la competencia con los importadores han resultado ser más bien un gran inconveniente para los agricultores mejicanos, quienes se han visto en el requerimiento de bajar sus precios para poder competir.
En todo caso, resulta ilógico que la industria del hule natural mejicano esté en déficits, ya que se trata de un país que tiene amplias zonas idóneas para el cultivo de este producto. Lo que sucede es que básicamente, los productores no cuentan con el apoyo del estado para los procesos de siembra y cultivo, pero otra cosa que sucede es que muchos de esos productores no tienen otra opción que venderles sus cosechas a intermediarios, por lo que se ven forzados a pactar precios muy bajos. Esto desanima a mucha gente que opta por abandonar los cultivos y dedicarse a actividades diferentes a la producción de caucho.
En estos tiempos de pandemia, al menos en Méjico, el precios del hule natural ha subido lo suficiente como para que los cultivadores tengan más motivación. Esto es debido por una parte al aumento de las lluvias, y por la otra a la demanda de látex, la cual se ha incrementado debido al requerimiento de guantes, mangueras médicas y otros insumos que son esenciales en estos momentos.
Debido a este aumento en los precios del hule natural mejicano, los productores se sienten momentáneamente esperanzados y optimistas, sin embargo, el déficit de árboles y la falta de apoyo por parte de los organismos encargados, más la presencia de quienes ellos llaman “coyotes”, son factores que aún están vigentes. Se trata de una alegría momentánea la cual no debe permitir que se olviden esas necesidades primarias, que tienen los productores mexicanos de hule natural.